Crónica: "II Japan Weekend Bilbao 2015"

Cartel oficial de la "II Japan Weekend Bilbao"
Crédito: JapanWeekend
     Por segunda vez en el mismo año, el BEC acogió otra edición más del ya controvertido evento con todo tipo de opiniones, al menos para los asistentes vascos, Japan Weekend Bilbao. Después de una desastrosa primera edición donde los talleres y actividades para el público escaseaban y prácticamente lo único que se podía hacer era dejarse más dinero dentro del pabellón, sin olvidar los mínimo 8€ que tenías que invertir en la entrada más básica de todas, la Japan Weekend Bilbao volvía a estar en nuestro calendario con el doble de espacio y una edición anterior sobre la que poder apoyarse y mejorar.

     Lo primero que volvía a llamar la atención era que, otra vez, se tratase de solo un día, 26 de septiembre, cuando el evento se llama Japan Weekend (Fin de semana japones). Esta edición comenzó a moverse antes del verano del 2015, por lo que había algunas esperanzas en encontrarse un evento de mayor calidad que la primera edición, no solo por contar con más tiempo para organizarlo, esta vez la organización contaría con el doble de espacio que en la edición anterior. Aunque, para variar, todo empezó a volverse oscuro de nuevo.

     El tiempo pasaba y la información no salía. Un servidor mismo recibió un email por parte de los organizadores donde decían que querían hablar conmigo sobre el evento, anterior y futuro, con la intención de recibir mi ayuda, consejos y opiniones. Después de concretar un día y un lugar, allí no apareció nadie y la conversación quedo en el olvido. No olvidemos la redes sociales en las que este evento se mueve, en las cuales, muchos de los mensajes, por no decir la gran mayoría, no eran respondidos.Las semanas seguían avanzando y la información seguía sin salir. Lo primero que supimos, aparte de la fecha, fue el precio de las entradas. Como no.

     Más adelante conocimos a alguno de los colaboradores y, con la fecha del evento ya cerca, supimos lo que incluían las entradas "anti-crisis", pero algo faltaba aun. El horario, el programa, las actividades, TODO. La gente que estaba comprando las entradas anticipadas desconocía que era lo que se iba a encontrar, que era lo que la Japan Weekend ofrecía en su segunda edición, y cuando por fin supimos el horario eran ya las 12:00 de la mañana del sábado 26 de septiembre y llevábamos 2 dentro del evento.  Por otro lado recordar que se concedieron las entradas para el sorteo a este blog, día y medio antes del evento lo cual repercutió negativamente ya que los asistentes ya habían comprado, en su mayoría, las entradas.  Sin olvidar que los acreditados tuvimos que entrar al evento casi 45 minutos más tarde que el resto ya que el único encargado de dar las acreditaciones se encontraba en las colas de los que estaban entrando al evento controlando las entradas. Así mismo, las acreditaciones de este evento son de baja calidad y realmente cutres, así como no facilitar un complemento en el que colgar dicha acreditación (los mismísimos voluntarios tenían sus identificaciones colgadas de gomas o cordeles, una vergüenza así como falta de profesionalidad).

     Después de esta "pequeña" mirada general de lo que se estaba moviendo antes de entrar al pabellón, creo que va siendo hora de ponernos con lo que realmente había dentro.


Único día:


Pabellón de la "II Japan Weekend Bilbao" nada más entrar.
Crédito: Fernando Garcia
     El evento, como ya he comentado antes, comenzaba con retraso para algunos (acreditados y ganadores del sorteo) y una vez dentro se despejaban todas nuestras dudas. No tenía pinta de mejorar con respecto a la primera edición. Contaban con más espacio, eso es cierto, pero los stands eran los mismos que en la edición anterior, lo que significaba que lo que habría sería más espacio entre stands y más huecos vacíos. Al fondo del pabellón, había unos pequeños stands donde tendrían lugar "algunos" talleres que, al menos el tiempo que estuvimos dentro, permanecieron vacíos todo el rato. Destacar que al menos estos stands tenían un cartel identificativo, no como el puesto de "Información" el cual paso a tener un "cartel" con un folio por recomendación de un compañero.



Horario colocado al principio del pabellón.
     El día seguía avanzando y los stands, pocos, con escasas ofertas y abundantes camisetas y chapas, se quedaban cortos y pasamos a recorrerlos varias veces por si nos saltábamos alguna cosa y pasar así el rato hasta que saliese el horario del evento. Por fin salió el horario, el cual vimos de casualidad y que se limitaba a una hoja A4 pegada a la pared con cinta aislante, señores un A1 es lo mínimo para que, después de dos horas de evento, todo el mundo pueda verlo y se fije en él. El público, con la experiencia de la edición anterior, no era muy abundante y la gente que iba con la intención de pasar todo el día, no tardaba mucho en darse cuenta de que la falta de actividades y talleres harían la tarea algo más complicada de lo que en un principio creían.

Explicación sobre como pelar pepino en el taller de sushi.
     Durante el evento pudimos ver algunos cosplay que dejaban boquiabierto a más de uno, una auténtica maravilla. Lástima que un limitado conocimiento de la cámara y una iluminación normal para tratarse de un pabellón cerrado no permitiesen sacar unas buenas fotos. Seguimos dando vueltas por el pabellón y nos detuvimos un rato en uno de los "escenarios" para ver un karaoke donde poder reírnos un rato y disfrutar de buenas actuaciones, algunas mejores que otras. También vimos un pequeño taller sobre sushi, al que hay que agradecer el empeño y esfuerzo que supuso a la que lo impartía, ya que procuraba hablar el castellano con la mayor nitidez posible, pese a que esto no fuese siempre posible.


Algunas de las figuras de la pequeña exposición de EMOZ.
     Al igual que en la anterior edición había una pequeña exposición de "Itasha", en esta ocasión no podía faltar tampoco. Esto a fin de cuentas, servía para rellenar parte del espacio vacío del pabellón y eso es algo que tanto la organización como los visitantes agradecemos. Como novedad había una pequeña exposición con diferentes figuras de origami por parte de una Escuela Museo de Origami de Zaragoza





Público durante una de las actuaciones del karaoke.
     Así estuvimos hasta que llegó un momento en el que ya no sabíamos que hacer y acabamos marchándonos, con varias horas de antelación, de la "II Japan Weekend Bilbao" con un mal sabor de boca, es el único evento en el cual nos vamos siempre bastante antes del cierre, sin olvidar lo que luego conocimos. El concurso de cosplay que tenía lugar a la tarde, no contentos con la experiencia del año pasado, cuando se atrasó 2 horas respecto al horario oficial, este año se decidió hacer lo contrario, adelantarlo 1 hora. Esto, aparte de ser increíble, tendría una repercusión más que negativa en alguno de los participantes que llegarían con el tiempo justo, así como asistentes al concurso que cuando llegaban a la hora que en principio debía comenzar, se encontraban con un concurso ya comenzado y casi finalizando.

Abundante espacio vacío en el pabellón.
     A modo de conclusión diría que aun hay mucho que mejorar, entre otras cosas la organización del evento. No puede ser que un evento de estas características no publique el horario antes de su apertura. Destacar también que los talleres tienen que ser más abundantes y que permitan participar al público, esto, a fin de cuentas, consigue que la gente que asista al evento tenga algo que hacer dentro y que pueda pasar el día entero haciendo algo y aprendiendo cosas nuevas de parte de asociaciones u organizaciones que colaboran con el evento en si. Otra cosa que deberían tener en cuenta los organizadores, es el invitar a algún personaje de cierto prestigio dentro de la cultura manga y anime. Esto es algo más que importante en estos eventos y que consigue una afluencia de gente inmediata, así como una grandísima expectación e ilusión por acudir. Como decía al principio, aun hay mucho que mejorar y teniendo en cuenta que, según se ha difundido por las redes sociales, la Japan Weekend de Bilbao repetirá el año que viene siendo un evento bianual, hay mucho trabajo por delante y tiempo de sobra para conseguir un evento que merezca la pena de verdad y que quite la mala fama que, merecidamente, se está ganando.

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